De garganta profunda a estilo perrito: Addison Vodka paga por sus crímenes de pizza!

Nunca imaginé que una debacle de pizza terminara en un encuentro caliente con Addison Vodka. Llegó, con un mordisco tímido de mi pastel, prometiendo subsanar su pellizco. Con poca duda, estaba dentro, la pizza hace mucho tiempo olvidada. Addison, intercambiando rodajas por salchichas, me engulle de gusto. Estaba llena de acción: las mamadas pasaron a equitación vigorosa, su pequeña figura era un complemento perfecto para mi considerable propuesta. Su actuación de vaquera inversa fue eléctrica, llena de gemidos extáticos y una exhibición atlética que eclipsaba cualquier evento olímpico. Nuestra pasión escaló con azotes y doggystyle, seguido de un piledriver que haría sentir orgulloso a cualquier luchador. Las cosas se intensificaron mientras ella estaba debajo de mí. Nuestro misionero no fue un acto sagrado—empujes profundos enviándola a un torbellino de placer. Y cuando el final amaneció, Addison, siempre tan ansiosa, acogió con beneplácito mi corrida, un facial muy superior a cualquier relleno de lujo. Su sonrisa al sabor fue la cereza de una sesión inolvidable.